La nueva religión se alimenta a si misma, a través de sus medios promociona nuevos estilos de vida, donde el dinero, la apariencia y las cosas materiales reflejan la felicidad de las nuevas generaciones.
Ahora bien, no poseemos una postura ridícula y utópica, donde se refleje que es posible vivir sin dinero, en estos días es imposible, y menos bajo este actual sistema materialista y decadente; no creemos en ir a vagar descalzo perseguido por centenares de moscas y piojos. Todos tenemos necesidades materiales, desde ropa, alimentos, libros, artículos de recreación, etc, siempre existirán múltiples productos para múltiples necesidades.
Sin embargo, y he aquí la arista principal de éste texto, el lujo y lo material no pueden presentarse como el fin último que moviliza la maquinaria de la humanidad, donde el hombre luche, asesine y haga todo tipo de esfuerzos por conseguir “cosas”, para que una vez que obtenga varias cosas, comprará una casa, para guardar las cosas, y se transformará en una bestia obsesionada de ellas. No es nuestro living o habitaciones el carente de adornos, sino nuestro espíritu quien agoniza y muere por algo de alimento, nos hemos despreocupado totalmente de alimentarnos a nosotros mismos, no a través de comida grasosa e insana, sino que alimentar nuestra alma de valores, de principios; nuestra mente de cultura, literatura y conocimientos.
Como Nacionalsocialistas no podemos aceptar que el lucro es el motor de la economía de un país, como lo señaló Adan Smith hace siglos, esto genera corrupción, materialismo y degeneración, o sea, lo que vemos a diario en nuestra nación; ¿acaso el afán de lucro nos hará mejores personas, mejores deportistas y elementos nobles de la sociedad, acaso nos hará respetar y proteger la naturaleza, acaso nos hará querer nuestro país y nuestro entorno? Si no existe un beneficio económico detrás, la respuesta es un rotundo NO.
No dejemos que nuestro espíritu muera de hambre, que nos transformemos en simios que viven para trabajar y poseer mejores cosas que el vecino; la única pobreza es la intelectual y la única debilidad es la del espíritu y el cuerpo, no dejemos que sean prisioneros de la pobreza material de éste mundo.