En efecto, una ideología parasitaria, creada por parásitos sociales (Marx, Engels, Lenin, Trotsky) no solo no le habían trabajado un día a nadie. En el caso de los 2 primeros eran hijos de judíos burgueses que contaban con una considerable influencia en el mundo de las finanzas de aquel entonces, para al menos financiar a sus prodigiosos hijos(filiales y raciales) en lo que sus mentes fraguaban en ese entonces, el nacimiento del Comunismo. En el caso de los 2 últimos, no eran proletarios ni mucho menos, pero si se aprovecharon de la masa para poner en práctica la idea más salvaje que ha visto el mundo en muchos siglos de historia. Sobre el financiamiento de la Revolución de 1917 hay mucha literatura y más aún, pruebas muy contundentes, siendo quizás la mas real el mismísimo sentido común, estas verdaderas lacras sociales obtuvieron suculentas sumas de dinero de prominentes banqueros europeos y norteamericanos que tenían en común además de su enfermizo amor por el dinero y el poder, la adoración del becerro de oro. Pero esa es harina de otro costal.
Lo que presenciamos ahora, es ver como el capitalismo, que es capaz de lucrar con todo lo que podamos imaginar, algún hábil emprendedor, conocedor del ingenio y la ingenuidad humana, noto que hacer negocio con prominentes figuras que representaban a iconos revolucionario-marxistas seria un asunto cargado de jugosas sumas en ganancias. En efecto, hoy vemos poleras, chapitas, parches, afiches y cuanto adorno podamos imaginarnos con los rostros de Ernesto “che” Guevara con la clásica foto sacada por Alberto Korda, Fidel Castro, del mismísimo Lenin, el martillo y la Hoz con rojos furiosos como telón de fondo. Basta con pasear por cualquier metrópolis de Latinoamérica y Europa para constatar lo aquí escrito, mas de algún mozalbete veremos exhibiendo alguno de estos artículos, claro esta adornado con costosas zapatillas Niké, un buen I-pod y algún pantalón de marca.
Y estos mismos jóvenes que inflan el pecho al son de las imágenes que exhiben alimentan un mercado y un circulo vicioso que ellos tanto añoran combatir, extraño fenómeno el de querer mostrar una prenda de vestir antes que una idea que muy remotamente entenderán, porque si algo caracteriza a la juventud es el idealismo que es muy pasional pero carente de contenido real, al menos en el caso que ahora describimos.
Y si queremos hilar más fino, solo basta con observar imágenes de una protesta de esas que se “celebran” en Chile, para ver a jóvenes que valientemente tapan sus rostros y que, como único distintivo podrán adivinar que tienen, una polera con la imagen de Ernesto y su boina. Vale la pena comentar lo siguiente, ahora que la cárcel de Guantánamo esta tan en boga, el primer campo de concentración levantado en la isla de Cuba (estos si que eran de verdad) fue fundado por nuestro paladín marxista “che” en 1965 en la provincia de camagüey, donde fueron confinados miles de curas católicos, homosexuales (a los que despreciaba con profundo odio) disidentes del régimen, etc… Tan curiosos son los dioses en su actuar que hoy vemos a muchos homosexuales usando poleras alusivas a este personaje sin tener la menor idea si quiera de quien se trataba y los crímenes que cometió. Bueno, así es el mercado (y los ignorantes).
Esa es la realidad de hoy en día, fraguada por el sionismo que a veces sin proponérselo directamente, da las directrices para que la juventud, divino tesoro cada día más idiotizado y vejado, caiga en este tipo de contradicciones que en un cerebro normal y bien pensante solo causan risas sardónicas entrelazadas con la pena profunda de ver como las nuevas generaciones se pierden en la vorágine en que nos han hecho caer los plutócratas defensores de la estrella de David.
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